Mi hermana

Este cuadro titulado «Mi hermana» es una expresión íntima de mis sentimientos y un homenaje visual a una de las personas más importantes en mi vida. Mi hermana, un ser de luz que ha estado a mi lado a lo largo del tiempo, ha enfrentado desafíos y ha tenido que adaptarse a una cultura y época donde ser diferente a menudo significaba ser considerado un «bicho raro». Con el tiempo, ella ha experimentado un cambio radical, convirtiéndose en un pilar fundamental para mí, apoyándome en cada aspecto de la vida.

En esta obra, he representado a mi hermana como una figura fuerte y robusta, casi como un roble en constante construcción. Su imagen está compuesta de líneas y estructuras que sugieren fortaleza y resiliencia. Su rostro es enigmático, con ojos grandes y expresivos, y labios rojos que destacan en su cara. Este rostro parece desafiar al espectador, oscilando entre una expresión de amor y una determinación feroz, reflejando la complejidad de sus emociones y su inquebrantable voluntad de lograr sus objetivos. Esta dualidad en su expresión me hace sentir a veces que «no sé si te ama o te quiere matar».

El uso del óleo sobre lienzo en combinación con técnicas mixtas, incluyendo polvos de mica, glitter y metales, añade una textura rica y una dimensión única a la obra. Los colores predominantes son el rosa, gris y negro, con toques de dorado y blanco. El rosa simboliza el amor y la feminidad, mientras que el gris y negro representan la fortaleza y las luchas internas. Los toques de dorado sugieren la luz y la calidez que ella aporta a mi vida, y el blanco simboliza la pureza de su espíritu.

A su alrededor, he pintado un jardín botánico que representa su crecimiento y florecimiento a lo largo del tiempo. Las flores y los elementos naturales en tonos rosados y amarillos sugieren que, a pesar de las adversidades, mi hermana ha emergido como una mujer fuerte y resplandeciente, como un edificio imponente en constante construcción que brilla con luz propia. Su esqueleto es una estructura de hierro que representa su constante reconstrucción.

Para mí, ella es más que una hermana; es una madre, una amiga, una consejera y, lo más importante, siempre está a mi lado cuando la necesito. Este cuadro es un tributo permanente a su apoyo incondicional y a su presencia constante en mi vida. Es una representación del amor y la gratitud que siento hacia ella, y siempre que mire esta obra, recordaré su importancia y el papel fundamental que juega en mi vida.